El más reciente reporte de vulnerabilidad en áreas agrícolas que elabora el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) en función de la disponibilidad de agua en presas, colocó a Sinaloa en vulnerabilidad media, junto a los estados de Chihuahua, Oaxaca, Guanajuato, Hidalgo, México, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, Sonora y Tamaulipas con un total de 799,917 hectáreas, cuyos cultivos se enfocan al garbanzo, maíz, nuez, papa y trigo.

Agregando datos duros, el SIAP indicó que la región noroeste es la que tiene desfavorablemente, el menor porcentaje de almacenamiento a la fecha, con 11.3 por ciento en promedio para todo el Estado.

Para las presas que abastecen Culiacán y Navolato, tampoco hay buenas noticias, debido a que sus tres presas contienen porcentajes muy inferiores al promedio de los últimos cinco años. Por ejemplo, la presa José López Portillo presenta un 10.3 de porcentaje de volumen, frente a 49.7 por ciento, del promedio de los últimos cinco años.

Asimismo, la presa Adolfo López Mateos tiene un almacenamiento de 7.4 por ciento, contrastando con un promedio de los últimos cinco años que es de 41.5 por ciento. También la presa Sanalona tiene 10.4 por ciento contra un 19.5 por ciento de volumen medido en marzo pasado.

Ahora bien ¿Qué hacemos con estos números bajos de almacenamiento en nuestras presas? ¿En quién recae la responsabilidad? ¿Quién tiene la capacidad de mitigar la sequía en la región?.

Estas interrogantes nos deben de llevar a una serie de acciones a largo plazo por parte de todos los actores afectados, llámese sociedad civil, sector empresarial, entes gubernamentales, entes no gubernamentales y las instituciones académicas.

Sin embargo, en el momento de ponderar responsabilidades y posibles soluciones, es necesario reconocer que son las actividades agrícolas las que emplean la mayor proporción del líquido, y solo el 14 por ciento es para abastecimiento público, 5 por ciento para termoeléctricas y 5 por ciento en el resto de la industria (CONAGUA, 2018).

Por lo que los productores y los distritos de riego deben de ser parte de la elaboración de las soluciones para enfrentar la sequía severa y extrema se encuentran en las políticas agrícolas y las investigaciones hacia la sostenibilidad y sustentabilidad del campo; y como país o como región, cómo tengamos la capacidad de aterrizar estas políticas y avances científicos en la realidad.

Esto siempre ha sido un tema complicado, con varias vertientes, tanto contar con información que ayude, como que esta información generada sea utilizada por los gobiernos para tomar decisiones de política pública y que por último, baje al sector productivo y se logren implementar las tecnologías necesarias en riego, las modernizaciones que requieren los módulos y la infraestructura de las presas, muchas obsoletas, después de 50 años de vida o más, que permiten altos grados de filtración o evaporación y que en su momento de construcción no existían los estudios sobre cambio climático con los que hoy contamos y que deben tomarse en cuenta para aplicar adaptaciones a estas estructuras, con la finalidad de hacerlas resilientes.

Sumando a lo anterior, los productores y representantes del gremio agrícola sinaloense, como el Ing. Enrique Rodarte, presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC), a abordar los temas que quejan al campo de una manera integral, ya que si bien el agua es el principal problema actualmente, se han eliminado muchos programas que podrían haber ayudado a paliar la situación, como la prima a los los seguros agrícolas, ya que el seguro entraría compensar parte de la cosecha para complementar el faltante de rendimiento por falta de agua.

En este sentido, se hace la invitación a toda la sociedad sinaloense a apoyar a sus agricultores y agricultoras expresándole al gobierno y al resto de los ciudadanos que urgen medidas ante la sequía cíclica y el cambio climático. Ambos temas deben de tomar una nueva dimensión, y deben ser parte de nuestra conversación diaria, un tema importante, trabajar en mejorar la gestión del agua, la inversión en infraestructura hidro-agrícola, becas para los investigadores de estos rubros, incentivos gubernamentales para reconversión de cultivos que necesiten menos agua (como el maíz  amarillo), reforestar para mantener el agua en el subsuelo, invertir en tecnología que evite la evaporación de las presas y hablar del cuidado del agua de uso doméstico e industrial.

Finalmente, debemos de hacer conciencia y ciencia de los escenarios que se vienen para el 2030, para el 2050, para el 2070. Pasar de las acciones aisladas cuando se presentan las crisis, como la que estamos experimentando este año, a la planeación integral, es grande el reto, lo que no podemos permitir es que las cosas sigan como siempre, si queremos ser resilientes a la sequía, hay que estar preparados.

 

Redacción: Nio Sainz, Analista Económico de la AARC.

Fuentes:

https://www.gob.mx/conagua

https://www.gob.mx/siap

 

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https://www.noroeste.com.mx/culiacan/la-sequia-avanza-poniendo-en-vulnerabilidad-al-campo-sinaloense-alerta-para-todos-YH933634