El brazo comercial de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC), ofreció el pasado 26 de octubre el curso “Perspectivas del mercado de maíz para el ciclo O-I 21/22¨, con el ponente Eduardo Hernández, gerente comercial, así como, la presencia de Enrique Rodarte, presidente de la Asociación.

La capacitación, se realizó de manera híbrida y simultánea, en las oficinas AARC y Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Fuerte (JLSVVE) y por la plataforma ZOOM, en colaboración con CIMMYT. Y se dialogó sobre el panorama y pronósticos para el mercado de maíz, y las problemáticas principales de la comercialización en Sinaloa.

Al inicio, Enrique Rodarte dijo, que cada año los escenarios de la agricultura son distintos; en este sentido, la posición del productor, del vendedor y de los compradores se debe analizar cíclicamente. Este, como la mayoría, es un año complicado, sobre todo por las fuertes alzas de los fertilizantes, el diésel, la semilla; etcétera, que vienen a dificultar la toma de decisiones en cuanto a la compra de coberturas (instrumento financiero que sirve para asegurar un precio piso) agregando que los vaivenes de los precios del maíz han sido considerables, pasando de los 6,000 a 5,100 pesos por tonelada  aproximadamente, explicó Rodarte.

Durante el curso, Eduardo Hernández comentó que el precio del maíz considera las cotizaciones de la Bolsa de Chicago, lo que genera constantemente inquietudes por parte de los productores. Respondiendo a ello, Hernández detalló que Estados Unidos es el mayor productor de maíz en el mundo, con un estimado de 380 millones de toneladas para este ciclo 20/21, esto lo convierte en un actor determinante.

En Sinaloa, nos importa la cotización de julio de la plataforma CME (Chicago Mercantile Exchange), ya que, es la fecha más cercana a nuestras cosechas, y sirve para visualizar los precios calculados del futuro y así, pensar en comprar coberturas para asegurar las cotizaciones que sean rentables. Cabe recordar que, que a estos futuros se les suma la base determinada por Segalmex, que el año pasado fue de 38 dólares, y que los precios pueden variar según el tipo de cambio, argumentó Hernández.

También, hay que tener en cuenta el costo de la cobertura. Por ejemplo, los precios actuales del maíz, rondan en los 5,150 pesos (precio futuro a julio 2022 del CME + Base Segalmex), a los mismos, se les resta el costo de la prima de la cobertura, de alrededor de 350 pesos, lo que resultaría en 4,800 pesos de precio piso, si se compran tales instrumentos financieros en estas fechas.

Si bien, los mercados internacionales y nacionales determinan los precios del maíz, se necesita un actor fundamental que regule algunas necesidades de la comercialización. Anteriormente, ASERCA condicionaba a los productores a entregar la mayor parte de sus cosechas, bajo el esquema de la agricultura por contrato, disminuyendo los riesgos a los incumplimientos, porque los productores esperaban los apoyos. Ahora, con la presente administración federal, no hay todavía seguridad de un ingreso objetivo y las condiciones para recibir incentivos se han ido aumentando, lo que puede fomentar la comercialización ¨por la libre¨, infirió Hernández.

¿Cuáles son las posibles estrategias que podemos implementar para protegernos hacia el futuro?

En un escenario donde FIRA dispone una fecha al 28 de febrero para que se adquieran coberturas de precio, para que las dispersoras de crédito puedan proporcionar sus productos de avío a los productores, el problema, es seleccionar que tipo de cobertura hay que comprar.

La regla dice que se debe comprar una cobertura PUT que nos proteja hacia la baja de los precios, como anteriormente se comentó; no obstante, esto no asegura la comercialización, porque hasta ese punto, todavía no se tienen compradores firmes, manifestó Hernández.

¨Imagínense si ahorita, compramos una cobertura y el mercado se va por la libre, pues va ser un caos, porque todos esos productores que obligatoriamente, adquirieron una cobertura por mandato de FIRA, al momento de querer comercializar o querer cerrar tratos con nuestros compradores, pues va ser un gasto adicional al productor¨ dijo Hernández.

Esa es la gran incertidumbre, si no existe una contraparte, es muy complicado comprar las coberturas, ¨por eso debemos seguir pujando para que la compra de coberturas se haga en el momento de la contratación¨ expresó Hernández.

En conclusión, si no se cuenta con un contrato de compra-venta, es inconveniente la adquisición de la cobertura, sumando que con las alzas de los insumos, es complicado pronosticar los costos de producción. Paralelamente, con la nueva miscelánea fiscal, los productores pequeños de arriba de los 300,000 pesos de ingresos, van a pagar mínimamente el 1%, en el mes que reciban el ingreso.

¨Es por ello que tenemos que irnos con pies de plomo, ser muy analíticos con los gastos, buscar el mejor precio, tratar de hacer compras consolidadas¨ recomendó Hernández.

En cuanto a Segalmex, que es la institución que funge como intermediaria y brinda los apoyos, hace mucha falta que las reglas sean claras y salgan a tiempo.

¨Nosotros hemos pedido a Segalmex que se instale una oficina de atención a nuestros productores y a las bodegas, para que se disipen todas las dudas que se han presentado en los dos últimos ciclos […] reconocemos que son muy amables el equipo de Segalmex, sin embargo, la particularidad de cada caso la tienen que analizar y por eso se hace el llamado para que estén en Sinaloa y se atiendan todas nuestras demandas ¨ finalizó Hernández.

Redacción: Nio Sainz, Analista Económico de la AARC.