Es muy probable que se tenga el fenómeno de La Niña por segundo año consecutivo
Según un reporte de la plataforma Succesful Farming de EE.UU., se espera que el fenómeno de La Niña regresará con fuerza para la primavera y posiblemente el verano, trayendo consigo una sequía continua y apuntando especialmente a la esquina suroeste de la nación vecina.
“Esta La Niña probablemente signifique malas noticias para el suroeste de Estados Unidos, que debería ver precipitaciones más bajas de lo normal este invierno”, dice Josh Willis, científico climático de la NASA. “Esta La Niña puede no ser tan grande, pero sigue siendo una señal desagradable para un área que ya está muy sumida en una sequía”.
En América del Norte, las condiciones más frías y tormentosas durante La Niña a menudo se establecen en el noroeste del Pacífico, mientras que el clima generalmente se vuelve más cálido y seco en el sur de los EE. UU. y en el norte de México.
El evento de La Niña que comenzó a fines de 2020 encaja en un patrón climático más amplio que ha estado ocurriendo durante casi dos décadas: una fase fría (negativa) de la oscilación decenal del Pacífico (PDO). Durante la mayor parte de las décadas de 1980 y 1990, el Pacífico estuvo bloqueado en una fase cálida de PDO, que coincidió con varios eventos fuertes de El Niño. Pero desde 1999 ha dominado una fase fría.
La sequía a largo plazo en el suroeste de Estados Unidos coincide con esta tendencia, señala Willis. En un informe publicado a fines de 2021, los meteorólogos predijeron que las condiciones de La Niña persistirían durante el invierno del hemisferio norte, con un 60 % de probabilidad de que el océano volviera a la transición a condiciones neutrales durante el período de abril a junio.
La Niña está relacionada con aumentos en la probabilidad de precipitaciones por encima y por debajo del promedio en muchas regiones del mundo. Los cambios en la precipitación ocurren durante ciertas épocas del año. En el África subsahariana, las principales temporadas de precipitaciones con condiciones húmedas se encuentran en el Sahel central y oriental (junio-septiembre) y en el sur de África (octubre-mayo).
En Asia Central, las condiciones secas son más probables durante las temporadas de precipitaciones de invierno y primavera. En los países del norte de América Central y el Caribe, la probabilidad de condiciones húmedas aumenta durante julio-septiembre.
El escenario está preparado para La Niña
Como parte del ciclo El Niño-Oscilación del Sur, La Niña aparece cuando los vientos alisios del este intensifican el afloramiento de agua más fría desde las profundidades del Pacífico tropical oriental, lo que provoca un enfriamiento a gran escala de la superficie del Océano Pacífico oriental y central cerca del ecuador. Estos vientos alisios más fuertes de lo habitual también empujan las cálidas aguas superficiales ecuatoriales hacia el oeste, hacia Asia y Australia. Este drástico enfriamiento de las capas superficiales del océano afecta a la atmósfera al modificar el contenido de humedad en todo el Pacífico.
Este acoplamiento de La Niña de la atmósfera y el océano altera la circulación atmosférica y puede causar cambios en las corrientes en chorro de latitudes medias que intensifican las lluvias en algunas regiones y provocan sequías en otras.
El posible efecto en nuestra región es relevante, ya que si recordamos, el año pasado (y el anterior) la sequía que se tuvo fue por el efecto de La Niña y solo nos recuperamos un poco en el verano, cuando se disipo el fenómeno, que bien pudo ser solo un respiro momentáneo, ya que es casi seguro que regresará en la primavera. Sin embargo, hay la posibilidad que de nuevo se disipe en verano, como sucedió el año pasado y eso sería nuestro escenario más optimista, porque dependemos de las lluvias de esos meses para recargar las presas.
Los efectos mas generales es que de nuevo puede haber presiones en la producción de Estados Unidos, donde el trigo de primavera ya está en riesgo por la sequía y las zonas productoras de maíz (la temporada es primavera-verano), tienen casi la misma humedad en esta fecha que en el mismo tiempo el año pasado, donde hubo algunos problemas de falta de lluvias, según el reporte del Departamento de Agricultura de ese país publicado el jueves pasado, un 29% de las tierras dedicadas al maíz presentan algún grado de sequía. Estos escenarios apuntan a posibles problemas productivos, que pueden impactar en los precios, por el resto del año, que aunados a los otras situaciones políticas y económicas apuntan a una continuación en la turbulencia en el precio de los granos, pero en niveles de precio altos como los que se han observado en las últimas semanas.
Omar Ahumada
Fuente: https://www.agriculture.com/weather/future-conditions/la-nina-roars-back-more-drought-is-ahead