La administración de Donald Trump planea reanudar la investigación antidumping sobre el tomate mexicano, saliendo así del Acuerdo sobre Tomates Frescos firmado en 2013, lo que podría resultar en nuevos impuestos al producto mexicano.

La medida representa una nueva fuente de fricción comercial entre los Estados Unidos y México, el Departamento de Comercio estadounidense anunció el pasado jueves 7 de enero, que se daba el aviso requerido de 90 días antes, para terminar el acuerdo de seis años, que consiste en no perseguir casos de antidumping contra las importaciones de tomate fresco de México.

Si la medida tomada por el gobierno de Trump, resulta en nuevos aranceles sobre los tomates mexicanos, esto podría generar un aumento en los precios al consumidor y posibles represalias que se suman a las actuales discusiones sobre los impuestos estadounidenses sobre el acero y el aluminio mexicano.

De acuerdo con un artículo de Reuters, este enfrentamiento comercial por los tomates ya se evitó dos veces desde la década de 1990, siendo la más reciente la del 2013, cuando se establecieron precios mínimos para los tomates mexicanos vendidos en Estados Unidos y que prohibe a los productores de EUA presentar cargos antidumping contra los exportadores mexicanos.

Las presiones para disolver el acuerdo del 2013 se hicieron más visibles durante las negociaciones para actualizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ya que los cultivadores de frutas y hortalizas del sureste de Estados Unidos persuadieron al gobierno de Trump para que buscara la manera de establecer aranceles antidumping estacionales contra los productos mexicanos, sin embargo, esta demada fue retirada en las negociaciones finales del llamado Tratado México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), en octubre pasado.

Un mes después, la Bolsa de Tomates de Florida (Florida Tomato Exchange), que representa a los agricultores del estado, solicitó al Departamento de Comercio que pusiera fin al pacto del 2013. La institución, argumentó que el acuerdo tenía demasiadas lagunas legales , mismas que se hicieron difíciles de contener y en consecuencia, los productores mexicanos podrian acaparar cada vez más el mercado de tomates estadounidense.

El mismo grupo, declaró que las empresas mexicanas de tomate aumentaron su participación en el mercado de EUA de 32 a 54 por ciento entre 1996 y 2017, mientras que para los Estados Unidos, la participación disminuyó de 65 a 40 por ciento en el mismo periodo. Como muestra, tan solo en cifras de enero a noviembre del 2018, México exportó una cantidad de 2,017 millones de dólares en tomates hacia EUA.

Por su parte, el Secretario de Comercio, Wilbur Ross, dijo que la agencia ¨está tomando medidas para garantizar que (los productores de tomate de los Estados Unidos) estén protegidos contra prácticas comerciales desleales.

Además, cerca de 50 legisladores, encabezados por el senador de Florida, Marco Rubio le escribieron a Ross la semana pasada para pedirle una acción rápida. Desde 1996 , cuando Washington acordó por primera vez suspender los casos de antidumping, cientos de cultivadores de tomate estadounidenses se han visto obligados a cerrar el negocio, dijeron.

Si el Departamento de Comercio encuentra que las ventas de tomates frescos se realizaron a un precio menor del valor justo y la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos encuentra que se provocó un daño significativo, el gobierno podría emitir una orden antidumping.

Los Estados Unidos habían amenazado con acciones similares a el azúcar mexicano antes de alcanzar el acuerdo comercial que limitara las importaciones mexicanas de azúcar en junio de 2017. También, las negociaciones para las cuotas de madera canadiense fracasaron ese año, lo que llevó a un 20 por ciento de aranceles estadounidenses a las importaciones de madera blanda de Canadá.

Fuente:

https://www.reuters.com

Departamento de Estudios y Análisis Económicos de la AARC