La búsqueda de mejores rendimientos agrícolas no está peleada con la sustentabilidad. El pasado 25 de agosto en el marco del Verano AARC 2021, en colaboración con la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) y el CIMMYT, se ofreció la conferencia virtual ¨Maíz de alto rendimiento en agricultura sustentable bajo riego en Argentina¨, impartida por Lic. Bernardo Romano, integrante de Aapresid.

Desde 1995 a la actualidad, Romano ha experimentado con el método de Siembra Directa (SD), el cual trata de no remover los suelos, el uso de cultivos de cobertura, rotaciones de cultivo con diversas intensidades, nutrición balanceada, manejo integrado de plagas, manejo responsable de productos fitosanitarios y sistemas de riego por aspersión o goteo.

¨Con esto tenemos los beneficios de reducir la erosión de los suelos en 90 por ciento, el uso de combustibles fósiles en un 60 por ciento, la pérdida de evaporación de agua en un 70 por ciento y aumenta la fertilidad del suelo¨ dijo Romano.

En una primera etapa, para potenciar los beneficios de la SD, se incluyen Cultivos de Servicio (CS) (o de cobertura) de Vicia Villosa, pura o combinada con centeno, como antecesores del maíz; ya que, sirven para disminuir la aplicación de nitrógeno entre 30 y 40 kilogramos por hectárea (kg/ha). Además de que mejoran la eficiencia del uso del agua y del nitrógeno, y, tal como se mencionó, se aplican menos herbicidas, dejando de lado los químicos residuales.

Romano explicó, que la combinación de los CS como: centeno + vicia o centeno + nabo forrajero + vicia. Ayuda a sacar el provecho de cada planta, por ejemplo, la vicia es una excelente fijadora de nitrógeno, el centeno de carbono y con el nabo forrajero se reduce la compactación del suelo.

El experto comentó, que realizan siembras aéreas de los CS, cinco, cuatro o tres meses antes de la siembra de maíz (dependiendo del ciclo). Para poder proceder a la SD, se puede triturar o trillar el CS o dejar vivo y sembrar. Ambas formas de manejarlo en la presiembra son buenas, sin embargo, es más probable necesitar herbicidas si se deja vivo el CS.

Con estas prácticas se estabilizan los lotes año con año. En este sentido, Romano expuso que la fertilidad de los suelos es un proceso que se va ganando en el largo plazo. Comparando la fertilidad entre lotes de 3 y 14 años utilizando CS, se encontró un aumento histórico del 26 por ciento en materia orgánica, 51 por ciento en nitrógeno no atmosférico y 48 por ciento en nitratos, generando un ahorro en fertilizantes químicos.

En los campos experimentales de Aapresid, los lotes que utilizaron CS, registraron rendimientos superiores en casi 30 por ciento frente a los que no los utilizan. Por todo lo anterior, Romano reflexionó que se debe cambiar el paradigma y transitar de pensar que los CS son un costo, a verlos como inversión con una Tasa de Retorno importante.

Dicha inversión, varía entre el tipo de siembra (aérea o terrestre), de la semilla: si es triple, doble o más especies y de la aplicación de los productos fitosanitarios, los cuales van desde una a tres aplicaciones, sean glifosatos, hormonales, residuales, etcétera.

Sobre el uso del sistema de riego de aspersión, Romano habló de que es otro elemento que potencía la SD y requiere un aprendizaje y mejora continua. Estos son elementos clave que propician un sistema más sustentable de producción, para el que se necesita persistir. Como se comentó, entre más tiempo lleva implementándose, más rinde el maíz, y hasta hoy no se conoce el techo de rendimientos, argumentó Romano.

Es importante también intensificar las rotaciones de cultivo, porque es lo que sirve para depender menos de fertilizantes químicos. Es posible rotar los cultivos dentro de un mismo ciclo y combinarlos con los CS, por ejemplo, sembrar una leguminosa con cultivos de cobertura, mientras la tierra está en desuso durante el ciclo de maíz.

La evolución que tuvo la producción de maíz en la que se involucró Romano desde 1995, fue de 9 a 20 toneladas por hectárea. Y las variables que incidieron son: 1) los avances en la genética de híbridos de maíz, 2) la mayor protección del cultivo con fungicidas, 3) la mejora del suelo debido a sistema de SD, potenciado por el riego (de 3.2 a 5.5% de materia orgánica), y 3) el aporte de los CS al sistema en un 15% (a los rendimientos).

En la ronda de preguntas surgieron datos interesantes de las experiencias de Romano, tales como:

Todos los conocimientos sobre agricultura sustentable son valiosos, y es lo que nos puede llevar a cambiar los paradigmas, ser resilientes, tener más altos rendimientos con menores costos a largo plazo y de forma más amigable con el ambiente. En Sinaloa, cada vez existen más productoras y productores interesados en adoptar sistemas sustentables como la agricultura de conservación, no obstante, la siembra directa se ha adoptado muy poco, problemas como el ganado vago que compacta los suelos, la baja disponibilidad de agua, escasez de apoyos para la capacitación y transferencia tecnológica son alguas de las barreras que han costado sortear.

Sigue cultivando conocimiento en el Verano AARC 2021, en línea y visualiza este curso completo y muchos más, de forma gratuita en la página de Facebook de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán. Participa en la conferencia ¨Principios para lograr alto rendimiento en maíz en el valle de Culiacán¨, por parte de Ing. Leonardo Lugo, representante regional del CIMMYT, el próximo 1 de septiembre de 11 am a 12:30 pm.

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Redacción: Nio Sainz, Analista Económico de la AARC.