Para 2021-2022 la producción de tomate nacional pudiera recuperarse ligeramente en comparación del año anterior, si existen las condiciones de un mejor clima y un buen nivel de lluvias en Sinaloa, el principal estado productor, señala un estudio reciente del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).

Actualmente el Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de México estima que en 2020 la producción será de 3.24 millones de toneladas, aunque este dato aún no es el definitivo. Por su parte el USDA menciona que para 2021 esta cifra pudiera aumentar a los 3.3 millones de toneladas, dependiendo de los niveles de lluvia de esta temporada y hasta 3.32 millones de toneladas para 2022, asumiendo un clima favorable para todo el pais.

La producción de tomate nacional se concentra en 6 estados que producen alrededor del 53%, del cual destaca Sinaloa, pero son Querétaro, Coahuila, Nuevo León y Puebla los que tienen mayores rendimientos por su alta inversión en sistemas de irrigación y tecnologías de agricultura protegida.

Las tecnologías utilizadas actualmente en la agricultura protegida incluyen invernaderos, casas sombra, sistemas de túnel alto, entre otros, que permiten a los agricultores mejorar la rentabilidad al incrementar la productividad por área, ahorrar niveles importantes de agua y reducir el uso de pesticidas; incluso en algunos casos permiten lograr una producción anual a través de programas estrictos de control climático, de plagas y de enfermedades.

El crecimiento y consolidación de estos sistemas más eficientes permitirá que para 2022 se obtenga una mayor producción pese a plantar 44 mil 201 hectáreas, 3% menos de la superficie prevista para el año previo, comenta la institución.

Mientras que en 2021 se estima que la superficie plantada tendrá un avance de 2% en relación a 2020 a 45 mil 403 hectáreas, por la recuperación de la pandemia, así como por una situación climática favorable y con más agua, además de que los productores ya no tendrán la incertidumbre de tener que renegociar el Acuerdo de Suspensión de Tomate.

La variedad más producida en México es el tomate roma, seguido por el bola y el cherry, pero se observa que los productores continúan incrementando sus participación en cultivos de tomate de especialidad como el cherry o el grape, ello impulsado a su vez por una mayor demanda y mejores precios en Estados Unidos.

Para 2020-2021 (octubre-septiembre) se calcula que las exportaciones de México concluyan en 1.80 millones de toneladas, y para 2021-2022 se espera que aumente 2% a los 1.883 millones de toneladas tanto por una demanda estadounidense más consistente, además de una amplia oferta de nuestro país.

Sinaloa

Nuestro estado es el productor de tomate más grande de México y pese a que la producción se realiza en su mayoría a cielo abierto, cada vez más se utilizan los métodos de agricultura protegida. Los tomates Sinaloenses se destinan especialmente para satisfacer el mercado de estadounidense durante los meses de invierno, (principalmente de diciembre a mayo) y entran regularmente a través de Nogales, Arizona.

El USDA observa que muchos de los productores sinaloenses han comenzado a producir en otros estados como Michoacán, Jalisco y Querétaro, con la finalidad de tener acceso con productos de calidad a los mercados estadounidenses en la ventana de verano, después de que concluye la de invierno en mayo.

Otros estados

Asimismo, comenta que la producción de tomates en los estados del centro de México como en San Luís Potosí, Michoacán, Zacatecas y Jalisco se ha incrementado en los últimos años, utilizando técnicas tanto de cielo abierto como de agricultura protegida. Parte de esta oferta entra al mercado por los puertos de entrada de la frontera de Texas en Laredo y Pharr.

Mientras que la producción de Baja California y Baja California Sur se enfoca a la exportación, con sistemas de agricultura protegida para la obtención de tomate Roma, y volúmenes menores de tomate ripe y de variedades especiales, como los grape. Estos abastecen a la costa oeste de Estados Unidos a través del puerto de entrada fronterizo de Otay Mesa, California, con una ventana de exportación de mayo a diciembre.

Fuente USDA