Pese a que los productores estadounidenses de garbanzo registraron una buena producción en la temporada 2018, la caída de precios, por las menores exportaciones derivadas de los aranceles impuestos por los países importadores, en respuesta a la estrategia comercial de Donald Trump, les está provocando una mala temporada.
El incremento en la producción se debió a que la humedad que se registró en tierras secas, y/o cultivos sin sistemas de irrigación, durante el inicio de ciclo en el país del norte, incentivo a muchos agricultores a sembrar más garbanzo, incrementando las hectáreas cultivadas de 243 mil a 324 mil hectáreas.
Desafortunadamente para ellos, China e india, sus principales clientes de garbanzo, guisantes y lentejas, le impusieron aranceles a finales de 2017 e inicios de 2018, lo que redujo la movilidad comercial de las leguminosas estadounidenses.
La organización de medios National Public Radio señala que esta problemática empezó a inicios de 2017, cuando Estados Unidos se retiró del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP). A finales de ese mismo año, India impuso aranceles a legumbres y otros productos agrícolas con la finalidad de proteger a sus agricultores; y finalmente la reacción de china a las tarifas de acero y aluminio impuestas por EE.UU.
Asimismo, comenta que los productores se percataron de la caída del mercado demasiado tarde, es decir ya que habían sembrado el cultivo de primavera y después la caída se presentó otra vez al momento de la cosecha.
“Era como una pequeña montaña rusa. Fue uno de los mejores cultivos que hemos cosechado, y luego, ver la caída de los precios en un 40 a 60 por ciento es realmente desafortunado. Si estás hablando de números reales, en febrero de 2018 vendí garbanzos por 50 centavos por libra (alrededor de $21/kg), y hoy están cotizando a 18 centavos por libra ($7.6/kg)”, comentó un entrevistado por el medio de comunicación.
Para poder salir avante, muchos de los agricultores han optado por contratar créditos federales para seguir operando y conservar sus cultivos a la espera de mejores precios durante la primavera, ello debido a que su gobierno no les ha brindado ningún apoyo.
En Sinaloa la situación es contraria, ya que los precios y la sobreproducción del año pasado han incentivado a disminuir la siembra del garbanzo este ciclo, de 94 mil 099 hectáreas en 2017-2018 a 32 mil 423 hectáreas actualmente, cifra aún por debajo de los 44 mil 600 hectáreas meta establecidas en la planeación de siembra.
Sin embargo, no hay que dejar de lado que se vienen arrastrando inventarios altos, y que los excedentes de producción tanto de Estados Unidos como de Canadá pudieran ser un lastre en los precios de la leguminosa, por lo que quizá sería buen momento de analizar la posibilidad de aprovechar la coyuntura de nuestro país vecino y salir a buscar nuevos clientes para el garbanzo de esta temporada.
Fuente: Artículo publicado el domingo 13 de enero en la sección de Agronegocios del periódico Noroeste, por el Departamento de Estudios y Análisis Económico.