Con la finalidad de recoger las propuestas para establecer una nueva legislación en materia de aguas, el próximo 24 de mayo Culiacán será sede del Foro Regional “Rumbo a la Construcción de una Nueva Ley de Aguas Nacionales”.
En este marco, es importante que los actores involucrados en el sector agropecuario fijen sus propuestas sobre los diversos temas que se abordarán en las mesas de trabajo propuestas: Aprovechamiento del agua para la producción de alimentos, la eficiencia y operatividad de los organismos operadores de agua, la infraestructura hidro agrícola como soporte de la autosuficiencia alimentaria, así como cuestiones legales sobre el derecho humano al agua y su consecuente administración.
Por su parte, la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC) considera que es necesario fortalecer la gestión integral del agua y fomentar la participación y articulada de todos los actores relacionados con el sector, sean de gobierno o de empresas privadas, porque muchas de las iniciativas que se encuentran hoy en las cámaras federales solo abordan parcialmente la problemática del agua, y proponemos que cualquier modificación debe hacerlo de manera integral.
Entre las propuestas que se deben de impulsar esta el aprovechamiento sustentable mediante un marco normativo adecuado, un sistema de transparencia y métodos de evaluación que aseguren el uso eficiente del recurso. Así mismo, es necesario que la cualquier reforma traduzca sus objetivos y políticas en acciones concretas, como señala la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), con esto México se beneficiaría de decisiones adaptadas a cada cuenca, mismas que cuentan con retos muy específicos ligados a sus territorios, sus capacidades económicas y técnicas. Como es el caso en cada uno de nuestros distritos de riego.
En este sentido, la OCDE señala que son cuatro las áreas clave consideradas como motores esenciales de cambio: gobernabilidad en los diferentes niveles (municipio, estado federación), gobernabilidad a nivel de cuenca, eficiencia financiera y sustentabilidad económica de las políticas del agua, así como, los marcos legales y regulatorios para la prestación de servicios.
En el caso de Sinaloa, aunque es un estado privilegiado por el cauce de 11 ríos, existen también riesgos, como lo hemos visto en las últimas temporadas, sobre los niveles de estrés hídrico y dado que los productores primarios, particularmente los agrícolas, son los responsables finales de gran parte del uso de este recurso. En esta parte, se necesita una gestión activa por parte del Estado, para que las proyecciones de producción agrícola respeten los lineamientos de programación de siembra, la cual se hace en función de la disponibilidad del agua, entre otros factores.
Para ello, se necesitan delimitar los incentivos que lleven a los directivos y a los usuarios de los módulos de riego, a mejorar en sus prácticas de uso de agua y lograr una mayor eficiencia.
Podemos ver algunas recomendaciones en este sentido en el documento ¨Agua y Seguridad Alimentaria¨, del Banco de Desarrollo de América Latina, mismo que recomienda tomar en cuenta cuatro grandes áreas de acción para mejorar el uso del agua:
- Mejorar la eficiencia vegetal en el aprovechamiento de agua, en torno a la búsqueda de un mayor rendimiento productivo.
- Inversión en tecnología y técnicas en el manejo del suelo, como la siembra directa y cero labranza, y, aquellas focalizadas en el agua, por ejemplo, riego de precisión, micro riego y riego subterráneo (agricultura de precisión).
- Mejorar la operación y gestión de los sistemas de riego, en cuanto a temas como la conducción, suministro de agua, control de maleza, disminución del escurrimiento y contaminación.
- Innovación en el manejo de cuencas, de acuerdo a la tendencia en el uso de tecnologías de georreferenciación, geo medición y sistemas computacionales y satelitales que sirven para obtener datos para apoyar la toma de decisiones para la asignación del recurso.
Se espera que la creación de una Nueva Ley de Aguas Nacionales, establezca las bases para que se solucionen algunos problemas sobre la actual gestión del agua y que beneficie a sector agrícola en temas de competitividad e incremento de la productividad, ya que, son factores indispensables para el abastecimiento de alimentos.
Por lo tanto, los productores de la mano con las instituciones, deben continuar poniendo atención para que a través de normas innovadoras, establecidas por un diálogo plural, se establezcan políticas públicas del agua que atiendan las necesidades particulares de cada región de forma efectiva, transparente y con visión a largo plazo.
Departamento de Estudios y Análisis Económico AARC